Arthur Ashe, la majestuosa catedral del tenis en Nueva York

Cada año entre los meses de agosto y septiembre se disputa el último Grand Slam de tenis en Queens, Nueva York: el US Open. La final de este prestigioso torneo se disputa en el majestuoso estadio Arthur Ashe cuyo nombre hace homenaje al primer ganador del US Open en la era abierta en el año de 1.968.

El estadio es considerado el más grande del mundo para jugar al tenis con una capacidad de 22.547 espectadores, una capacidad muy superior a donde se disputan las otras tres finales de los Grand Slam: el estadio Rod Laver Arena donde se disputa el Abierto de Australia tiene una capacidad cercana a los 14.000 al igual que el Philippe Chatrier donde se juega el Roland Garros en París, mientras que el estadio de Wimbledon tiene una capacidad cercana a los 15.000 espectadores.

El Arthur Ashe queda en medio de un complejo de 32 pistas de tenis llamado el USTA Billie Jean King National TennisCenter. Allí también se celebra todos los años el New York State High School Tennis Championships. El estadio tuvo un costo aproximado de 250 millones de dólares y cuenta además con 90 suites, 5 restaurantes y 2 salas de descanso para los tenistas.

En 2005 se decidió pintar la pista de color azul para facilitar la visión de la pelota en las transmisiones de televisión. El único punto a mejorar del estadio es que no tiene techo retráctil por lo que en algunos torneos se han retrasado partidos y finales.

Este año, el imponente Arthur Ashe albergará la final del US Open el 9 de septiembre para la rama femenina y el 10 de septiembre para la rama masculina.